Cuando empezamos a tener más experiencia con la fotografía, es muy común que siempre tengamos como objetivo mejorar nuestros resultados. Queremos fotos cada vez más artísticas, aquellas que capten la atención de todos y reflejen la verdadera esencia que buscamos darles. Sin embargo, esto se vuelve una tarea difícil cuando ya agotamos todas nuestras técnicas. En ese momento, resulta importante profundizar en algunas reglas que rigen en el mundo de la imagen. Dichas “normas”, se conocen como las leyes de la composición. 

Estas leyes están vinculadas a las formas en las que miramos: su origen viene de la sección áurea de la pintura y los estudios que tienen inicio en los siglos III y IV A.C. Las mismas se usan además en arquitectura, cine y por supuesto también en fotografía.  Si prestamos atención a las imágenes que encontramos en revistas o en internet (sobre todo aquellas que son artísticas o buscan realzar la belleza de un entorno) vamos a encontrar en ellas cierto criterio en su estructura. 

Hay múltiples leyes de composición, por eso, este es el primero de varios artículos en el que te voy a ir presentando de manera práctica a cada una, para que las conozcas y puedas sacarles el mayor provecho a la hora de hacer fotos.

Así que, si querés mejorar tus fotos, sacar ideas e inspirarte, te voy a compartir con más detalle de qué se tratan en esta nota.

Ley de los Tercios

Los cuatro puntos de intersección de las mismas vamos a encontrar guías para ubicar los elementos dentro de tu foto. Los objetos que posicionamos en estos cruces, le dan una mayor importancia en la imagen, o “peso visual”. Actualmente muchas cámaras tienen esta función incorporada en la pantalla. Es donde primero va a mirar el ojo, por eso es importante poner a nuestro protagonista en alguno de estos puntos de la imagen.

En los celulares podés activar en la parte de cámara la función de grilla o cuadrícula, y al momento de tomar la foto lo vemos en la pantalla. 

Composición en S

Este método consiste en hacer una curva, parecida a la letra “S” para crear una imagen que fluya con naturalidad. El resultado que obtenemos es una foto de buena calidad, que no se encuentre cargada o abarrotada de elementos en una sección.  Además, pueden brindar una experiencia de imaginación, creatividad y experiencia visual en las personas que disfrutan de tu imagen. 

En resumen, lo que buscamos es escalonar los componentes de la imagen, creando equilibrio en el espacio, ofreciendo una sensación única en el espectador. Para realizarlo tenemos que imaginar una curva en “S” en el marco. El objetivo de nuestra cámara tiene que encontrarse en las ondas de este trazo y agregar elementos siguiendo el camino hasta llegar a los marcos. 

Se puede intentar moviendo los elementos o cambiando su orden hasta que podamos sentir que están en sintonía con esta técnica. Al igual que las leyes anteriores, podemos jugar con colores y texturas para potenciar este efecto. 

 Diagonal

Para lograr esta composición, tenemos que dibujar una línea diagonal que atraviese el marco, de una esquina a la otra.  

Los objetos o aquello que buscamos capturar en la imagen, tiene que estar colocado en esta línea y colocar accesorios arriba o abajo respetando este trazo para que conduzcan al objetivo.  Los colores y capas que busquemos agregar también deben hacer que el centro resalte.  

Una vez que hacemos la captura, podemos analizar el resultado y mejorar lo que consideremos necesario. Lo importante es persistir en la tarea, poder evaluar las imágenes y determinar si hacer un cambio en la próxima foto. Les recomiendo partir del elemento protagonista e ir sumando de a poco el resto para que no quede sobrecargada la imagen.

En conclusión, las técnicas que mencionamos son formas de ordenar nuestras fotos en secciones, y esto nos ayuda a ubicar los elementos que se van a encontrar dentro de ellas. Las imágenes despiertan sensaciones en las personas, y esto es así porque nuestra mente busca un patrón: un equilibrio, que siga ciertas reglas. 

Las mismas también son válidas para paisajes, o en espacios en donde no podemos modificar nosotros la distribución de los objetos. Pero lo que sí podemos hacer es ajustar el encuadre para que esto que está ahí inamovible tome el lugar que queremos dentro de nuestra foto.

Además de buscar la belleza en lo que queremos fotografiar, también tenemos que tener en cuenta en cómo se ubican y a que queremos darle más predominancia. El orden, los colores, las texturas y las partes se relacionan entre sí, son factores que aportan mucho a la foto y no debemos dejar de lado. Por supuesto, como toda regla puede ser transgredida pero conocerlas nos ayuda mucho a comprender qué tipo de imágenes nos atraen y nos gusta crear.

Y ¿vos? ¿conocías alguna de estas leyes de composición? ¿Cuál te gustó más?